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Arqueología versus incendios forestales

En horizontenorte pensamos que la mejor manera de remitir un problema es conociendo las causas de su origen. En este sentido, tanto por cuestiones de sociales y de ética, como por motivos intrínsecos a los estudios medioambientales, en los que la arqueología puntualmente se inscribe, llevamos estudiando y analizando las diversas afecciones que los fuegos forestales provocan sobre el medio natural y humano y por ende, a los bienes culturales de diferente tipología y adscripción cultural.
Una de nuestras líneas de trabajo se centra en la evaluación de las aficiones producidas polo fuego forestal y las labores de extinción asociadas, así como la de establecer una serie de medidas correctoras que permitan la protección y en la medida del posible, la recuperación de los bienes. Estos trabajos se han centrado también en la revisión de las zonas calcinadas, accesibles tras los fuegos, en la búsqueda de elementos del patrimonio cultural o arqueológicos inéditos.
La experiencia parte del desarrollo de tareas de extinción y de coordinación de la gestión de incendios en el Servizo de Defensa contra Incendios Forestais de la Xunta de Galicia en la brigada helitransportada de Castromaior (Abegondo, A Coruña), en el diseño y presentación ante la Consellería de Cultura y Deporte de la Xunta de Galicia de propuestas para la evaluación del patrimonio cultural en las áreas afectadas por los incendios forestales desde hace más de una década o en la dirección y participación en proyectos de evaluación del patrimonio cultural en las áreas afectadas por fuegos forestales en diferentes ayuntamientos.

El control de la vegetación y accesos al patrimonio cultural, como medida preventiva a la acción de los incendios forestales

El control de la vegetación y accesos al patrimonio cultural, como medida preventiva a la acción de los incendios forestales


El principal agente del impacto está directamente relacionado con la plantación y colonización no controlada de eucalipto, especie pirófita exógena introducida de manera masiva en Galicia, norte de Portugal y cada vez más en Asturias. Su expansión va pareja a la de la maleza altamente inflamable, característica de zonas degradadas, formada por especies como el tojo y la uz. Esta masa forestal ocupa espacios anteriormente baldíos o de monte bajo, desplazando a las especies autóctonas y haciendo inaccesible e intransitable el monte.
Como consecuencias inmediatas, además de la degradación ambiental y sobre el patrimonio cultural (las tareas incontroladas de plantación de estas especies llevan afectando a numerosos elementos del patrimonio cultural, especialmente el arqueológico), provoca la transformación del monte, con una disminución de la biodiversidad, la pérdida irreversible de suelos en procesos erosivos, la regresión en las sucesiones ecológicas y la imposibilidad o limitación de acceso a numerosas áreas de monte.
La esta realidad se suma la carencia de una planificación en los accesos y la apertura de cortafuegos, que faciliten y permitan las tareas de extinción de una manera controlada y organizada.
Cómo medida preventiva básica se contempla el control arqueológico del desbroce de la vegetación y maleza y tala del arbolado pirófito (eucalipto), bajo control arqueológico. Las tareas de seguimiento de este tipo de trabajos, deben realizarse en todas las zonas y superficies de actuación y observarse con detalle las superficies una vez limpias y con la vegetación retirada, ya que durante la realización de los trabajos de control arqueológico, pueden ser documentados nuevos elementos del patrimonio cultural.
Mario César Vila, Vilanova de Arousa (Pontevedra), 1-VIII-2017.

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